Solo quiere jugar.

Con el “GTI Roadster, Vision Gran Turismo” Volkswagen trasciende los límites entre el ciberespacio y la realidad, y presenta en el lago Wörthersee el GTI más rápido de todos los tiempos.

Sol radiante en el Wörthersee. Los aficionados, los medios y figuras destacadas se congregan de buen humor para la conferencia de prensa de Volkswagen. Solo entre un pequeño grupo al margen aumenta visiblemente la tensión. Llevan trabajando para hacer realidad este momento desde hace meses. Ha llegado la hora, se abren las puertas. Sale a la luz nada menos que una doble primicia mundial: el “GTI Roadster, Vision Gran Turismo”. Creado para los circuitos virtuales, construido para la calzada real. Una lluvia de flashes cae sobre el coche deportivo. Los diseñadores Malte Hammerbeck y Domen Rucigaj contienen la respiración, la tensión es difícil de aguantar. ¿Cómo reaccionará el público al Roadster? Se deshacen en elogios.

La aventura empezó unos meses atrás con una competición interna. El Jefe de Diseño de Volkswagen, Klaus Bischoff, invitó a sus diseñadores a idear el coche deportivo ideal para la serie de juegos de carreras Gran Turismo 6 (GT6) de Playstation. Sin límites. No Limits. El sueño de cualquier diseñador. Normalmente, en todos los proyectos de coches de exhibición, Volkswagen procura dar a los clientes una visión realista sobre aquello que en el futuro podría fabricarse en serie. Las ideas demasiado radicales o extravagantes no tienen cabida. Por el contrario, en esta competición los diseñadores debían incluir en sus propuestas todo aquello que quisieran que se hiciera realidad. Cuanto más exagerado, mejor. Los resultados fueron evaluados conjuntamente por Klaus Bischoff y Kazunori Yamauchi, Vicepresidente Senior de Sony Computer Entertainment. El autor de la serie Gran Turismo es uno de los expertos en automóviles más importantes de Japón y es propietario de un Volkswagen.
Salieron vencedores dos proyectos de los diseñadores de exteriores Malte Hammerbeck y Domen Rucigaj. En Guillermo Mignot encontraron al complemento perfecto para el diseño del interior. Puesto que el GTI debía ser un roadster descapotable, el diseño del exterior y del interior estaban fuertemente entrelazados. Poco después del inicio del proyecto, llegó la segunda sensación: el coche deportivo virtual debía convertirse en una realidad, construido para el encuentro más grande e importante de aficionados a los GTI, en Wörthersee. Una tarea colosal.

Esbozos del GTI Roadster realizados por el diseñador Domen Rucigaj.

Gran Turismo es uno de los juegos de carreras líderes del mercado. Aunque la palabra “juego” apenas le hace justicia. El subtítulo de la serie GT, “The Real Driving Simulator”, desvela de qué se trata: ofrecer a los jugadores la sensación real de vivir una carrera. El equipo de Volkswagen pronto se percató de qué significaba esto para la construcción del vehículo. Rucigaj: “Sony crea simulaciones extremadamente realistas. No se puede afirmar simplemente que el coche tiene 2.000 CV. Querían saber todos los detalles y las características técnicas: ¿Dónde está situado el motor? ¿Cuánto pesa? ¿Qué tipo de chasis? ¿Qué transmisión? Después el coche funciona exactamente tal como lo hemos construido”. Los programadores traducen todos los detalles técnicos, de modo que el modelo virtual tenga las mismas características de conducción que tendría el coche sobre la calzada real. En otras palabras: no basta con dibujar un coche de carreras que tenga un aspecto molón y deportivo. Si la técnica no cuadra o el diseño impide la aerodinámica, el rendimiento no es el adecuado. Game over. Los diseñadores e ingenieros trabajaron seis meses en el coche, de forma conjunta y bajo una gran presión. Un récord absoluto. Para un proyecto de esta índole no existe una rutina. En las producciones convencionales de automóviles, Volkswagen recurre a su larga experiencia para saber cómo y en qué orden deben ejecutarse los procesos. La producción doble del coche en dos mundos exige una especial atención y creatividad. Cuando cambiaba un detalle en el modelo virtual, debía modificarse igualmente el coche; a esto hay que añadir la diferencia horaria entre Japón y Alemania. Los datos extremadamente confidenciales del coche solo pueden enviarse por una línea segura con contraseña independiente. Otras decisiones deben tomarse mucho antes de lo habitual. Hammerbeck: “Debimos decidir muy pronto el color con Sony y enviar muestras de color vinculantes a Japón, para que el coche del juego tuviera un aspecto perfecto”. El resultado es “Gran Turismo Red”, una reinterpretación del clásico color GTI “rojo tornado”. Para el equipo era importante poder basar el diseño del vehículo en los genes de los GTI. Hammerbeck: “Hemos aprovechado y potenciado muchos elementos. Nuestro color es un homenaje al primer GTI. Es contundente, sexy y vigoroso”.

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